Os presento el nombre del blog, Nadando en
Paz, como un juego de palabras entre mi apellido (Paz) y el,
espero, feliz final de esta historia. Aquí empieza:
Yo
empecé a nadar en el mar desde niña (no recuerdo con cuantos
años aprendí a nadar pero de muy niña con 3 ó 4 años) porque
mi padre también era muy aficionado al mar, la natación y el
submarinismo. A los 10-12, no lo recuerdo bien, empecé en la
piscina con cursos de natación con monitor y después de unos
años, creo que a partir de los 15-16 ya empecé a nadar en
piscina de forma libre e incluso competí en algún aquatlón
con natación en aguas abiertas (nadar y correr) aquí en mi
ciudad, Vigo. Como esta etapa casi coincidió con mi entrada
en la Universidad iba a nadar cuando los estudios me lo
permitían, aunque, eso si, en temporada de verano en cada
visita a la playa yo era un pez, siempre en el agua. Como al
finalizar mis estudios en la Universidad empecé a trabajar
en la propia Universidad de Vigo aprovechaba sus
instalaciones deportivas para nadar hasta que...con 26 años,
algo empezó a ir mal...unos dolores terribles me empezaron a
invadir y a inmovilizar. Empecé a tener brotes de dolor que
me dejaban postrada en la cama durante varios días, semanas
o meses, sin previo aviso y sin haber hecho ningún esfuerzo
previo. Esto me empezó a minar la moral y las ganas de todo,
no podía salir de casa, no podía bajar las escaleras, YA NO
PODÍA NADAR!!!
La foto que presento fue tomada durante uno de mis brotes de dolor más largos (4 meses en cama). Ahí pesaba casi 20 kg más que ahora y no me movía de ahí, de la cama al sofá y del sofá a la cama, y con ayuda. Ya se que la foto no es favorecedora pero es la realidad, siempre con el pijama...también puntualizo, siempre con la sonrisa :)
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